miércoles, 14 de enero de 2015

El Bosque Infinito


El Bosque Infinito



Hay un sendero oculto en el bosque. Dicen que quien lo encuentra, siente un deseo incontrolable por recorrerlo. Es un camino angosto, rodeado de frondosos árboles, de verdosos matices y pájaros de una belleza indescriptible, pero cuyo trino, tiene el poder de hipnotizar a los viajantes. Muchos jamás regresaron de sus interminables encrucijadas. Las viejas lenguas cuentan que el sendero conduce a una fuente de un agua cristalina, sabrosa y quien bebe de ella vive por siempre. Pero que han querido salir del bosque y aun no descifran como y deambulan eternamente buscando la salida.

El sendero sin retorno o el bosque infinito como le dicen los lugareños de la Provincia de Misiones. Un portal dimensional en medio de la selva donde ciertas grutas del camino se transforman en una trampa mental ineludible. Portales a otro tiempo y espacio del que no hay retorno. Lo cierto es que nadie se atreve a cruzarlo, pero para los pocos lugareños, el bosque es su única fuente de alimento y subsistencia. Tienen que adentrarse día por medio para cazar y pescar en las aguas del lago que lo circunda, y si no se hace con cuidado, quizás sea la última salida de casa.

Sin embargo, en el año 2003, en la ruta que conecta Bahía blanca con un pueblo llamado Púan, se encontró un hombre caminando por la ladera del camino. Descalzo de un pie y con un zapato carcomido de tanto andar. Tenía una barba importante, mal cuidada y aparentaba unos cincuenta años. Lo encontró una pareja de cristianos evangelistas, quienes trataron de ayudarlo pero el hombre estaba muy confundido.

Cuando la policía lo llevó a la departamental, en Bahía Blanca, en medio de un irregular interrogatorio, el hombre dijo haberse adentrado en una selva muy tupida, y haber encontrado un lago donde pescó durante horas. Al querer volver a su casa, perdió el camino de regreso. No sabe cuántas horas hace que camina pero no cree que haya pasado siquiera más de un día.

Sin documentación encima era muy probable que estuviese un tiempo detenido.

Cuando el oficial le pregunto de donde era, para acercarlo con la patrulla el dijo,

-estoy a unos metros de la ruta 7, en mi rancho “la Remansa”.-

-¿Ruta 7?- dijo el oficial.

-Hay una Ruta provincial número 7, pero en Capital Federal, esa va hacia el lado de Mendoza creo- dijo otro oficial.

-No, hombre, yo estoy más para acá. Qué Capital federal. Ruta 7, la que sale a Aristóbulo del Valle- dijo el viejo seguro de lo que decía.

-¡Para!, ¡para un segundo! ¿Vos decís que vivís acá? y acá en Bahía, no hay ninguna ruta 7, ni tampoco un Aristóbulo del Valle hermano, estás completamente perdido varón. ¿Este no será hermano de Aurelio, el borrachín del pueblo?- dijo el oficial mayor esbozando una carcajada a todos los oficiales que estaban allí.

- ¿Bahía?- Dijo el hombre asombrado.

-Si mi hijo, Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina. Bienvenido al planeta tierra.- Dijo el cabo Ramírez en tono sarcástico, porque ya se notaba que el chiste había perdido la gracia por completo.

Y ni bien termino de decir esto, el hombre se desmoronó al piso y sufrió un ataque cardíaco, del cual no pudo sobrevivir, ante los vagos intentos de los oficiales ahí presentes de salvarlo.

Poco tiempo después, tras haber realizado un examen de autopsia y de elaborar un informe, publicaron su fotografía en un diario local y pronto fue noticia en todo Buenos aires y Argentina. Si bien no decían que estaba fallecido, si buscaban información de un presunto NN en toda la región del País.

Hasta entonces solo tenían el cadáver de un pescador, en las inmediaciones de Napostá Grande, que vestía muy informal para la zona y el lugar donde se lo encontró divagando, y que no supo explicar con claridad su procedencia. Pero luego de unos días, la departamental del distrito de Bahía Blanca recibió una llamada que más que aclarar las cosas, la tiño de oscuro.

La llamada la realizó un oficial de la Gendarmería de la provincia de Misiones, en jurisdicción de Aristóbulo del Valle. Pidiendo, por favor verifique las huellas del desaparecido, que responde al nombre de Francisco Manuel Veralez, de unos 57 años de edad, desaparecido el día de ayer, cerca de las 16:45hs en las cercanías de la ruta 7, camino al rio Paraná. Y completo la información de cómo estaba vestido y ante la sorpresa de todos allí, todo coincidía con la descripción del NN.

-¡Pero, ¿Cómo diablos llegó hasta acá tan rápido?!- dijo el oficial Ramírez, mientras corroboraba que el individuo fue hallado circulando en Bahía blanca a las 17:20hs.


                     El Bosque infinito es y será siempre catalogado como el triangulo de las bermudas de la provincia de Misiones. Una selva dibujada por unos pequeños senderos a través de los arboles que conducen, mediante algún tipo de campo energético a quien lo recorre.
La extraña selva del diablo, abre puertas en la tierra roja sangre y tiene la fuerza de mil vientos del Este. El sendero de la bestia, donde cazadores y turistas desaparecen sin dejar rastro. El camino de la serpiente o también la gruta del olvido. Nadie se atreve a cruzarlo o si quiera pensar recorrerlo.

Si alguna vez les toca pasear por Misiones, 
a las afueras de Aristóbulo del valle, 
no olviden primero decir sus oraciones, 
porque es muy probable que jamás regresen 
por donde entraron.

                                              


                                                                                           Por: Luis Sadra.





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