Invisible, pero eterno.
Cuanto más
desciendo en el abismo
Más percibo
la impotencia del hombre.
Su
estupidez es permanente.
Vacía.
Y mientras
discurro por la vida
me conservo
invisible
para no salpicarme
con su hediondez.
Porque el
hombre se jacta de todo en su ignorancia,
para
terminar ahogado en su propio estiércol.
Soy un
hombre atado al error,
Pero no un contemporáneo
de esta
humanidad sujeta a la carne caída.
Soy un alma
solitaria por elección.
Olvidado,
transparente
Pensante
con base en el sentimiento,
Huérfano de
sabiduría.
Enseñado
por el hombre
en todo lo
que no quiero ser.
Único.
Portador de
silencio.
Oscuro en
medio de la luz.
Sincero.
Invisible…
Pero eterno.
“Lo puro
sigue permaneciendo oculto”
por: LUIS SADRA.
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